viernes, 26 de junio de 2015

Camino de la Carisa (Cicloturismo)

Tras la aventura que llevé a cabo con mi amigo Miguel el pasado verano en el Camino Real de La Mesa nos propusimos otra del mismo calibre para este verano. El resultado final de la búsqueda fue el Camino de La Carisa, recorriendo todo el Cordal de Carracedo.
Os pongo aquí un folleto bastante interesante sobre la historia de este antiguo trazado romano, que lleva el nombre del General romano Publio Carisio:


La planificación de la ruta desembocó en lo siguiente:
Partiendo en Campomanes subiremos el Puerto de Pajares por la carretera Nacional, una vez coronado nos dejaremos caer hasta Campolongo de Arbás (pasado Busdongo), donde cogeremos la carretera que sube hasta Pendilla de Arbás para convertirse allí en pista hasta la Collada Propinde, donde nos subiremos al cordal y no lo soltaremos hasta Ujo.
Se avecina una aventura...


El mejor día de que tenemos disposición es el viernes 26 de junio.

Para llegar a Campomanes desde Gijón por la mañana la Renfe ofrece 3 posibilidades: un tren a las 06:00, a las 06:30 y a las 09:30. Existe un importante vacío de 3 horas entre estos dos últimos, preferimos no sufrir un importante madrugón y coger el tren de las 09:30, el cual nos debería de dejar en Campomanes a las 10:48.

(...)

Llega el viernes y suena mi alarma después de pasar una mala noche en la que dormí un máximo de 4 horas.
Me encuentro con Miguel en la estación de Sanz Crespo 10 minutos antes de nuestro tren, a las 09:20.

¡Cogemos los billetes y a bordo!

(...)

1 hora y 20 minutos después llegamos a Campomanes

Es hora de preparar todo el equipo...

(...)

 ¡Comenzamos!
Bajamos de la estación para interceptar la carretera Nacional N-630


Llegamos al cruce, tenemos que esperar nuestro turno en el tráfico...

(...)

Nadie por la izquierda, nadie de frente, nadie por la derecha,...
¡Salimos!
20 km nos separan del Pto. de Pajares


Durante los casi 7 km que nos distan de Puente de los Fierros la carretera sube con una pendiente media casi del 2%.
Cruzamos por debajo de la vía de la Renfe, las próximas veces ella pasará por debajo nuestro a través de los túneles.



Llegamos a Puente de Los Fierros y comienza el puerto, 14 km que nos separan de la provincia de León.

Ascenderemos 838 metros en 13,3 km, con su pendiente media del 6,31%.

No tenemos prisa, disfrutemos de la experiencia de subir este puerto, esperemos no tener malas experiencias con el tráfico....


Al poco nos pasa el primer camión, sin complicaciones.








 Un camión de harinas nos desea buen viaje


Nos vamos encontrando con varias de sus famosas rampas,...


...pero también con agradecidos descansos.


 Nos apartamos para dejar pasar a este camión y su séquito


Aprovechamos para hidratarnos un poco, estamos superando los 30ºC

Retomamos la marcha

(...)

 Cada mirada hacia atrás para ver el tráfico nos recuerda que ésta es la mejor alternativa al peaje para atravesar la cordillera.

Se acerca un camión que ya tiene dificultades para subir.


 ¡¡Ahí va!!


Ufff...
Esperemos que el resto de camiones no pase tan justo


Proseguimos la andada...








 Hacemos una parada en el mirador aprovechando las sombras


Qué bien se está...

(...)


 Después del agradecido descanso retomamos la marcha, quedan 7 km, llevamos la mitad de distancia


¡Más tráfico!


 Salimos de la arboleda y empezamos a tener vistas completas del valle


¡Pajares en estado puro!





 Llegamos a Pajares pueblo


El tráfico no da tregua, se nos ha intensificado en el pueblo, pero no hay ninguna complicación.


 A la salida de Pajares repostamos en la fuente, hay que hidratarse, la temperatura ha alcanzado los 38ºC.

Durante nuestra parada en la fuente no pasa ni un triste coche, están esperando a que volvamos a la carretera.

(...)

 Más hidratados retomamos el camino.
¡4 km para coronar!








 ¡Más rampas!
Sin duda esto se está acabando


 ¡Pasamos por encima de las vías de Renfe, señal de que estamos en los últimos kilómetros!





¡Se abre el carril lento, último tramo!


 ¡Ahí está el parador ya!
¡Nos quedan 75 metros verticales!


 ¡Ya estamos, ya estamos...


 ¡La traca final!


 La Renfe entra en el túnel de la Perruca, ya ha superado el puerto
¡Ahora nos toca a nosotros!


¡No cesa el tráfico!


 ¡Es cuestión de metros ya!


 ¡Vienen más camiones!
¡Les cuesta subir!
¿¿Llegaremos antes que ellos??


¡Vamos, vamos!
¡Cuesta subir este tramo!


¡Corono el puerto antes que los camiones gracias a un sprint que hago en el último momento!


¡¡Estamos arriba!!


¡Ahí llega Miguel!


¡Hemos subido el famoso puerto de Pajares!
¡Una experiencia inolvidable!

Descansamos en lo alto y tomamos unas fotos



(...)

 Hemos disfrutado el momento y toca bajar a Campolongo.
A gozar la bajada sin pedalear ni frenar.





 Llegamos a Arbás del Puerto, donde conozco una magnífica fuente en la que pararemos a repostar.


Aquí está la fuente, desconocemos si tendremos más fuentes de ahora en adelante, así que bebemos todo lo que podemos y llenamos bidones.

(...)

¡A Campolongo!


Antes de llegar a Busdongo vemos salir del túnel de La Perruca un lento tren de mercancías que nos acompaña parsimoniosamente hasta Busdongo





Finalmente hemos ganado la carrera al tren.
En Busdongo Miguel ve una panadería, paramos para comprar algo, ya que tememos no llevar suficiente comida.
Compramos dos bollos preñados de descomunales proporciones.

¡Cargamos y continuamos!


 Continuamos por la carretera hasta encontrar el siguiente desvío claro.


 ¡Comprobamos que no hay tráfico y nos cruzamos!


 Se trata de la carretera que sale al pueblo de Campolongo de Arbás, y lleva a Tonín y Pendilla de Arbás.


 Tenemos un cambio en el tipo de carretera, ahora no es más que un camino de asfalto que sirve a estos pocos pueblos


Pasamos por un tramo muy bonito. El muro de piedra nos separa de unas praderías que se mueven al compás del viento, a la sombra de esbeltos árboles.


 Al poco se llega al desvío para Tonín de Arbás, no es nuestro destino y proseguimos por la carretera que no tiene indicación, por la izquierda.


 Pasado el cruce atravesamos el Arrollo de Campolongo


 Al poco lo volvemos a cruzar para situarnos a su izquierda


 El Arrollo de Campolongio dibuja preciosos meandros mientras corta las praderas del valle al que da nombre


El camino a Pendilla mantiene la misma estética hasta el pueblo.


 ¡Estamos en Pendilla de Arbás!
El sol cae sin timidez, está en su apogeo, son las 15:15 y pedaleamos con unos 38ºC.


Al entrar en Pendilla me refugio en una sombra que proyecta una de las primeras construcciones que me encuentro, hace bastante calor si no se está en movimiento.
Miguel, en su hambre de sabiduría, lee con jucio todo el primer cartel informativo del Camino de la Carisa que encontraremos en nuestra aventura.

No solo hay hambre de sabiduría, son casi las 15:30 y no hemos comido desde el Puerto de Pajares. Decidimos salir de Pendilla para buscar un buen lugar para comer.


Justo al salir de Pendilla se cruza de nuevo el arrollo y desaparece el asfalto, comienza la pista que no soltaremos hasta Carabanzo.

El aire leonés que sentimos es muy espeso y cálido, ésto unido al incesante Sol me hace recordar un par de estrofas de un poema de Manuel Machado: "Castilla"

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las bielas,
llaga de luz los cascos y manillares
y flamea en las puntas de las manetas.
El ciego sol, la sed y la fatiga
Por la terrible estepa castellana,
a lo desconocido, con uno de los suyos
-polvo, sudor y hierro- el ciclista pedalea.

[...]

(...)

No aparece ningún buen sitio para comer, buscamos una buena sombra, está complicado...

(...)

Al rato vemos un sendero que sale de la pista a la derecha y llega a la vera del río, pasando a la sombra de árboles fluviales. Nos acercamos para ver si es un buen sitio...

¡El sitio es magnífico!
Sin dudarlo plantamos la bandera e instalamos nuestro efímero campamento de almuerzo.
No sobra el pan, la cecina y el chorizo...
¡Buen provecho!

(...)

Después de la comida con el sonido ambiental del Arrollo de Pendilla volvemos a preparar las cosas para proseguir el camino.
Intentamos racionar el agua, pero parece que si no encontramos fuentes se hará bastante complicado.

La ruta se está tornando más dura de lo planeado o imaginado.
Nunca se debe de infravalorar una ruta, jamás... Es lo que tememos haber hecho en estos momentos.


¡Volvemos al camino!
Al frente un establo aparece


 ¡Agua!


¡Menudo regalo se nos ha dado al lado del establo!
Con incertidumbre sobre el futuro no rechazamos saciarnos todo lo que podamos en este momento.

Son las 16:10

(...)


¡A continuar!
La pista, siempre con pendiente positiva, es preciosa.
Magnífico día.


 En esta atractiva captura el termómetro marca 33,3ºC.
La bici se ha remojado un poco ¡Qué envidia me da!




Alcanzamos a ver ahora lo que serán nuestras últimas pedaladas en este valle, en esta provincia, en León...
La pista hace un gran zig para alcanzar la Collada Propinde y salvar así la cordillera.
Parece que en el lado asturiano no han subido las persianas este viernes, está cubierto. Mientras tanto aquí disfrutamos de un magnífico Sol, hay que aprovecharlo.


Caballos y vacas se encargan de segar estas alejadas praderías que cerca estarían de provocarnos el síndrome de Stendhal si no tuviésemos que pedalear mirando al suelo.


La pista comienza a coger pendiente, hacemos un descanso para retomar aliento... .. .. .  .  .


Si miramos hacia atrás percibimos como más merecida la parada.


Llegamos a la curva de 180º que nos dará el rumbo definitivo a la Collada Propinde. Aqui hace un pequeño descansillo...


...desde el que se puede ver el final del Valle de Campolongo.
La Sierra del Cuadro retiene las nubes en Asturias, evitando que pasen a León, mientras el Pico El Cuadro (suave elevación de la derecha) disfruta en primera fila de la batalla entre elementos.


Después de una pequeña parada en la curva retomamos la marcha, siguiente parada: La Collada Propinde, frontera con Asturias.
En todo el tramo que se ve en la foto (y hasta la collada) la pista gana casi 200 metros en 1,7 km.


Falta poco...


¡Ahí está la Collada Propinde!
Da la sensación de tener que pasar agachados para no rozar las nubes...


¡¡Hemos llegao a la collada!!
1.583m según el cartel
Son las 16:48
Ha pasado lo peor. Es el momento de descansar...


 Con las estribaciones del Pico Tres Concejos a nuestra espalda y el Cueto de las Glajas al frente, vemos a nuestra siniestra el despejado León y a nuestra diestra la húmeda y sombría Asturias.


 Con un agotamiento bastante inesperado por mi parte disfruto el momento; he dormido menos de 4 horas, y empiezo a acusarlo.


La pista, pese haber llegado a la collada, no cesa en su afán por ganar altura, perdiéndose el cordal entre la niebla.
El misterio nos espera...

(...)


Después de un descanso, fotos y envío de mensajes a seguidores en directo es hora de volver a subir a la bici y cruzar la frontera para volver a casa, si es que en algún momento hemos estado fuera de ella, claro...


 Tras un pedaleo menos duradero de lo esperado hemos terminado de ganar altura y dejamos atrás la Collada Propinde, se dibuja más allá de ella el Valle de Campolongo, que hemos atravesado...

No conozco mejor sensación que la de cruzar horizontes: difuminar los nítidos y hacer nítidos los difusos con el único esfuerzo que el propio....


Al otro lado de la curva parece que se empieza a dibujar el Cordal de Carrocedo. Viendo los zigzagueos de las pistas en el Mayao de Fierros.


 ¡Prosigamos!
Estamos disfrutando de un tramo con ligera peniente megativa. No hemos bajado de esta forma desde que abandonamos la carretera Nacional N-630


Justo despúes de una curva nos sorprenden y sorprendemos a unas vacas que estaban tranquilamente hablando de sus asuntos cuadrúpedos.
Corren delante nuestro buscando con miedo un apartadero para perdernos la vista.


 Hemos llegado al Mayao de Fierros, vista hacia atrás de la pista por la que venimos.


 ¡Aquí el camino sube sin miedo!
Tramo bastante duro...
Las piedras y la pendiente, entre otras cosas, hacen que tenga que echar pie a tierra para no caerme.


 Hemos ganado ya toda la altura.
Es curioso como, pese a haber entrado en lo que veíamos nublado, el cielo se abre a nuestro paso, como si nos quisiera iluminar en nuestro camino.


Miguel se adelanta y puedo tomarle una magnífica foto con el cordal de fondo.
Que pequeños somos...


 Cuando llego a la curva en la que se había detenido Miguel veo las pistas que suben desde Parana y San Andrés, pueblos a los que se accede dejando la N-630 a la altura de Puente de los Fierros.
El año pasado tenía planeado subir a este cordal desde Campomanes utilizando esas pistas. Viendo los desniveles que nos estamos encontrando solo puedo alegrarme de no haberme aventurado a realizar tal empresa.

Desde aquí en adelante oiremos de vez en cuando en el valle el sonido de los trenes que suben y bajan el puerto, como un tímido trueno constante.

¡Pocas pedaladas más adelante hemos llegado al Collado El Tunelón!
Los valles que se abren a nuestro noreste pertenecen ya al concejo de Aller.


 Despúes de descansar unos minutos es hora de continuar


 Para continuar al norte por el cordal desde El Tunelón es necesario perder altura utilizando las pistas que caen al concejo de Lena.


A los pocos metros de situarnos ya en la trayectoria correcta a Carabanzo la pista nos descubre más camino en el horizonte.
Nos sentimos algo escasos de fuerzas, en especial yo. Así que hacemos una parada para comer algo.
Son las 18:20


 La parada me da la vida...

 (...)


 ¡Es hora de continuar!
La pista es fabulosa.


 ¡Un coche!
¡Civilización!
Son las únicas personas que hemos visto desde que dejamos la N-630 en Campolongo, y serán las únicas que veremos hasta Carabanzo. La soledad nos acompaña, es una auténtica aventura.


 Hemos llegado a ese saliente del camino que vimos al dejar atrás El Tunelón


 Allí atrás queda El Tunelón y el camino que hemos recorrido hasta aquí.


Hacemos una parada de cuestiones técnicas antes de retomar la marcha.
Al fondo aparece otro saliente en el camino.
Si mis estudios previos son correctos, después de ese punto vendrá una bajada.
¡Vamos a comprobarlo!


 De saliente a saliente del camino los trámos son prácticamente clónicos


 ¡Ya hemos llegado!
 Como creía ahora nos espera una bajada fuerte, que dará paso a una larga subida que desembocará en la Collada El Aciu, como se ve en la imagen.


¡Abajo!


Termina la bajada y ahora a subir. Desde el saliente anterior parece que se hará dura y larga, vamos a ver...


 Justo al inicio de la cuesta un cambio desafortunado da problemas a Miguel, quien tiene que poner pie a tierra.


Solucionado el problema y después de unos cuantos metros ya encontramos un desvío. Por la izquierda bajaríamos a Campomanes, y por la derecha continuaríamos por el cordal.
Así que: ¡Por la derecha!


Al dar la curva vemos nuestro siguiente objetivo, la Collada El Aciu.
Vemos a nuestra izquierda como baja la pista que desciende hasta Campomanes.


¡Estamos en la Collada de El Aciu!


(Vistas hacia atrás desde la collada)
Son las 19:10, se está haciendo más largo de lo que podríamos haber imaginado...

Nos espera algo similar a lo anterior, una fuerte bajada seguida de una leve subida prolongada.

¡A bajar a las brañas del Aciu!




 Llegamos a una esplendorosa fuente magnífica para beber. 
El agua es fresca, no hay palabras...


 Después de beber, a ponerse en marcha


 Seguimos bajando y encontramos el desvío que hemos de coger a la izquierda para continuar en el cordal


 La pista comienza a llanear...


 Desciende ligeramente...


¡Y comienza a subir!
Nos encontramos con una familia al completo: vaca, toro y terneros.





El camino entra en una zona boscosa maravillosa, son las 19:27


 Abriéndonos paso en el hayedo


El bosque nos da un respiro y nos muestra la continuación del cordal. Parece que los kilómetros pasen más despacio que las horas.


A nuestra derecha desde el mismo sitio se dibuja el concejo de Aller


 De camino al Collado Serralba nuevos desvíos se interponen en nuestra trayectoria. En estos no hay gran dificultad: el que se quede sobre el cordal.
No obstante, nunca viene mal cercioarse...


¡Al Collado Serralba!


 Bajamos a toda velocidad para llegar con inercia al siguiente repecho que nos separa del Collado Serralba.


 ¡Justo antes de empezar a subir salen dos perros pastores y nos dan un gran susto!


 Pese a intentar seguirnos el ritmo, los perros se dan por vencidos en la subida


Este repecho nos lleva hasta la Faya Tuerta. Un precioso lugar


El Sol se acerca sin prisa pero sin pausa al horizonte, son las 19:40


Allí abajo está al fin el Collado Serralba.
¡Después, el último desnivel!
Habrá que ascender 100 metros hasta el saliente que se intuye a la derecha de la inmediata cima.
Estamos muy cansados, pero es lo ultimo ya!!

Durante toda la ruta desde la Collada Propinde hemos tenido siempre la carta de abortar presente, de utilizar cualquiera de las pistas que bajan del cordal como "salidas de emergencia".

Cuando nos asomamos aquí y vimos ese desnivel que nos quedaba no las teníamos todas con nosotros.

Es hora de bajar

(...)

 ¡Hemos llegado al Collado Serralba!
 Vemos un poste de indicaciones tumbado en el suelo, podemos intuir su posición aproximada, pero no la exacta. No obstante en este punto no necesitamos indicaciones.


 Al abandonar el Collado Serralba vovlemos a coger la pista que empieza a ascender desde el primer momento....


 ¡Último gran desnivel del día!
¡¡Vamos!!


Se hace largo... pero más llevadero de lo esperado...

Durante el último tramo de la subida me han acompañado innumerables moscas. Huelga decir que el olor que debo desprender no debe de ser muy agradable....

(...)


 ¡¡Arriba!!
¡Lo hemos conseguido!
Nada debería de poder impedir ya que logremos nuestro objetivo


 Pese a que la subida ha sido más larga que dura estamos exhaustos por todo el esfuerzo, vamos recordando que aparte del cordal hemos subido el Puerto De Pajares; dónde queda ya...
 Son las 20:13


 Paramos para tomar unas barritas energeticas, para lo que Miguel y yo hemos pensado en lo mismo: ¡Chocolate!

 Tenemos vistas del concejo de Aller, podemos percibir ya el valle de la carretera Ujo - San Isidro.

 (...)

 ¡Volvemos a las bicis!


 Entramos de nuevo en el bosque.
Tanto a Miguel como a mí nos encantan los bosques de hayas, nos recuerdan a nuestras excursiones a pata por mágicas zonas como el Cordal de Ponga.


 Un tramo precioso para despedirnos del Cordal de Carracedo


¡Ganando velocidad!
Un día fantástico termina...


El Sol sigue cayendo sobre el horizonte, y nostros lo hacemos sobre el valle.
Practimanete no hay tramos llanos, todo bajada, es la merecida recompensa por el esfuerzo del día de hoy.

La cámara GoPro se ha despedido, he agotado ya las 3 baterías con las que venía equipado.

(...)

La bajada se va acentuando cada vez más.

Los carteles indicativos que seguimos no ofrecen opción a duda, seguimos bajando a Carabanzo...

(...)

En los instantes previos antes de llegar a Carabanzo el firme baja a conciencia
¡¡Las vibraciones son fortísimas!!

(...)

Se acabaron las vibraciones....
¡Asfalto!
¡Estamos en Carabanzo!

Bajamos del pueblo al fondo del valle disfrutando de la bajada en asfalto.

(...)

Llegamos a un puente peatonal sobre el Río Aller.
Ponemos las bicis para una foto, pero algo no encaja...
¡¡He perdido el bidón de 1 litro!!
Con las intensas vibraciones que experimenté durante la bajada no me había dado cuenta. Sí recuerdo en este momento un golpe y un gran ruido durante la bajada, pero nunca habría pensado en que éste podría salir disparado...
Está claro que no voy a subir a buscarlo... A comprar otro. Viendo el lado positivo: es lo que menos me habría importado perder.

Volvemos a coger las bicis y seguimos esta especie de senda peatonal.


 La senda se adhiere al Río Caudal.
Viendo que vamos bien de tiempo con respecto al último tren de vuelta del día decidimos seguir nuestra andada hasta Mieres.

Vamos allá, pues.


 Llegamos a la estación de Mieres puente y proseguimos nuestro camino hasta Ablaña. La leve pendiente descendente nos anima a continuar.

Cruzamos el Río Caudal y entramos en Mieres, para coger la carretera rumbo a Ablaña.

(...)

Llegamos a Ablaña pero seguiremos hasta La Pereda, tenemos tiempo.

(...)

 En nuestro camino a la Pereda pasa a nuestro lado un cercanías rumbo Lena o Pte. de Los Fierros.

(...)

¡¡Hemos llegado a La Pereda!!
Con la estación de Las Segadas muy distante ya para nuestras condiciones parece que este será el fin de nuestra aventura.
Cruzamos las vías de la Feve para llegar al andén de la Renfe.
Justo en este momento se oye un ruido grave y fuerte, parece que viene un tren.

¡De repente, antes de llegar a la zona de Renfe, un cercanías sale del túnel en dirección Oviedo!
Se aproxima al andén mientras nosotros aún no estamos en la estación, el tren dice con calma:

Destino......

¿Tendremos que correr?

....Oviedo....

Venga, venga, venga.....

....y Gijón.

¡¡A por él!!


¡No podemos llegar al andén porque el tren aun está pasando por las vías, tan rápido como nos deja hueco cruzamos las vías y corremos hacia él haciendo incluso señas al maquinista!

¡Conseguimos subir al tren, ha ido por un pelo!

Nos sentamos sin casi tiempo para pensar en que ya habíamos terminado nuestra épica aventura. Ha sido un final muy rápido.

Ahora sí, exhaustos, sin fuerzas, deboramos lo que nos queda de comida. Yo me como mi gran bollo preñado que cogimos en Busdongo y que aún no había probado mientras Miguel se termina el suyo (el cual ya había comido a la mitad cuando paramos para comer en el valle de Campolongo) y unas barritas de sésamo que llevaba yo y me sobraron.

Finalmente llegamos a Gijón con la sensación de haber vivido una gran aventura, épica e inolvidable.

Con ganas de volver a desgastar los caminos (a pie o en bici) con la siempre sabia, lucrativa e inmejorable compañía de Miguel.



CAMINO DE LA CARISA
DISTANCIA:                   80 km
VELOCIDAD:         12,40 km/h
TIEMPO TOTAL:       10h 48m
DESNIVEL:                   1.845 m

No hay comentarios:

Publicar un comentario